El informe del Observatorio para el Empleo en la Era Digital también declara que ocho de cada diez jóvenes de entre 20 y 30 años encontrarán un empleo relacionado con el ámbito digital en trabajos que aún no existen. Por otro lado, el portal de empleo especializado en profesionales del ámbito tecnológico Ticjob señala que la falta de especialización en tecnologías emergentes hará que para el año 2020 haya más de un millón de empleos tecnológicos no cubiertos en Europa.

A continuación se plantean tres especializaciones que están emparentadas con las tradicionales carrera de Medicina y Abogacía, las cuales tecnología de por medio se proyectan hacia el mundo del futuro.

Nanomédico

Los avances tecnológicos están permitiendo que la medicina contemple nuevas posibilidades a la hora tratar diversas enfermedades. Una de esas opciones consiste en el empleo de nanotecnología para curar a los pacientes. De momento, la aplicación de nanorobots serviría para transportar fármacos por dentro del cuerpo, y en un futuro cercano incluso para prevenir ataques epilépticos. Por esta razón los equipos médicos empiezan a precisar profesionales que reúnan conocimientos en la ingeniera y la computación, así como en la medicina tradicional. Se trata de un novedoso perfil que además de estar muy demandado podría prestar una ayuda inmensa a la humanidad.

Ciberabogado

Uno de los problemas que surge del enorme potencial de la tecnología son los riesgos que puede suponer para nuestra seguridad. Estafas en la web, delitos en redes sociales o espionaje son solo algunos de los muchos casos en los que un abogado experto en tecnología sería requerido. El crecimiento del uso de drones es otra cuestión que necesita este tipo de perfil. Para que el marco legal de la tecnología se expanda y progrese, al mismo tiempo que es controlado, hacen falta profesionales del mundo del derecho conscientes de estos avances y conocedores de la regulación.

Diseñador de órganos

La inmensa cantidad de ciudadanos europeos en lista de espera para recibir un trasplante hace que la reproducción artificial de órganos sea una ciencia urgentemente necesaria de explotar. La técnica de la impresión 3D ya está permitiendo recrear los órganos más sencillos como las vejigas, pero su potencial es enorme. Es por ello que el mundo de la medicina necesita profesionales que permitan que esta tecnología se afiance y se convierta en una práctica habitual. Los conocimientos precisados para esta actividad incluyen medicina, ingeniería, células madre, física e impresión 3D. Gracias a estos profesionales podremos contar en un futuro cercano con una oferta casi ilimitada de órganos personalizados.

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