Son varias las habilidades de liderazgo que los jefes deben tener. Pero ninguna es más importante que esta habilidad: La Comunicación.
La comunicación efectiva es fundamental en el entorno laboral. Sin ella, la dirección y las expectativas claras se vuelven imposibles. La falta de una buena comunicación impacta negativamente en el trabajo en equipo y en el estado de ánimo de los empleados. En última instancia, la productividad se ve afectada.
¿Cuál es la raíz de esta falta de valoración por la comunicación efectiva? La investigación señala un problema más profundo: la falta de inteligencia emocional (EQ, por sus siglas en inglés) en la forma en que los líderes y gerentes se comunican, lo que genera diversas disfunciones.
Problemas a abordar
Se puede apreciar que los problemas de comunicación afectan directamente al liderazgo efectivo. Algunos de estos problemas pueden ser:
– No reconocer los logros de los empleados
– No ser claro en las instrucciones dadas
– No contar con tiempo para que los jefes se reúnan con los empleados
– No ofrecer críticas constructivas
– No saber sobre la vida de los empleados, o incluso sus nombres.
Si alguno de estos temas le suena, hay un grave problema.
Solucionando el problema
La comunicación efectiva y productiva se caracteriza por la conexión y la autenticidad. Implica ser consciente de la inclusión, expresar elogios y reconocimiento, fomentar interacciones significativas y establecer una retroalimentación bidireccional. A continuación, se presentan cuatro prácticas de comunicación que se pueden implementar desde hoy mismo:
1. Ofrecer elogios, incluso cuando se fracasa
Simplemente felicitar con un “gran trabajo” u otros elogios no es suficiente para satisfacer a las personas que ponen su pasión y dedicación en su trabajo. En su lugar, es importante ser específico al elogiar a los empleados, reconociendo sus contribuciones de manera precisa. Debes compartir sus logros con sus colegas y clientes, demostrando que valoras y aprecias lo que hacen, incluso si sus esfuerzos resultan en fracaso. Es cierto, se debe recompensar el intento sincero y basado en el compromiso con la misión de la empresa, incluso cuando se produce un fracaso. Es importante ofrecerles comprensión y ayudarles a aprender de cualquier error cometido para que puedan continuar creciendo.
2. Hacer que los trabajadores se sientan escuchados
Los líderes deben fomentar que los empleados compartan sus opiniones e ideas sobre diversos temas y obstáculos que puedan surgir en el camino hacia el éxito. Se les puede preguntar: “¿Cómo crees que podríamos mejorar?” “¿Qué obstáculos crees que nos impiden avanzar?” y “¿Qué aspectos te gustan del trabajo que estamos realizando aquí?”
Para que los empleados se sientan realmente escuchados, valorados y comprendidos, es necesario seguir tres pasos clave: obtener comentarios de forma regular, implementar sugerencias y brindar oportunidades para que los empleados expresen tanto sus esperanzas y sueños como sus preocupaciones y frustraciones.
Al permitir que los empleados compartan sus perspectivas y contribuyan activamente, se fomenta un ambiente en el que se promueve la satisfacción laboral y se fortalece la relación entre el liderazgo y el equipo.
3. Compartir información
La información posee un poder significativo y es una de las mejores formas de construir confianza entre las personas. Compartir información implica ocasionalmente revelar datos considerados sensibles o privilegiados, como planes y estrategias futuras de negocios, información financiera, el uso de los recursos económicos o cómo las actividades del grupo contribuyen a los objetivos de la organización. En muchas ocasiones, se oculta información importante a los empleados hasta el último momento, lo cual puede afectar la moral y generar ansiedad.
Los líderes pueden ganar mayor respeto de su equipo al compartir la mayor cantidad de información posible en el momento oportuno. Compartir información de manera transparente y temprana permite a los empleados sentirse involucrados y valorados en el proceso de toma de decisiones. Esto crea un ambiente de confianza mutua y fomenta la cooperación y el compromiso de todos los miembros del equipo hacia los objetivos comunes de la organización.
4. Contar una historia
En las culturas laborales de alta confianza, la vulnerabilidad se ha reconocido como una habilidad humana esencial que los líderes deben desarrollar. Una forma de cultivar la vulnerabilidad es a través de la narración de historias. En su libro “Encouraging the Heart: A Leader’s Guide to Rewarding and Recognizing Others”, los expertos en liderazgo James Kouzes y Barry Posner enfatizan la importancia de que los líderes utilicen la narración de historias para construir confianza.
Ellos citan a Howard Gardner, destacado académico, psicólogo y educador de Harvard, quien sostiene que la creación y articulación ingeniosa de historias es una parte fundamental de la vocación de un líder. Las historias apelan tanto a la razón como a la emoción en la mente humana. Se sugiere que las historias se centren en la identidad, ya que son estas narrativas las que ayudan a las personas a reflexionar y sentir quiénes son, de dónde vienen y hacia dónde se dirigen. Son el arma más poderosa en el arsenal literario de un líder.
Contar una historia que involucre un error crítico, por ejemplo, es una forma de permitir una conversación naturalmente más vulnerable. Al planificar el uso y la ejecución de la narración, se pueden cosechar los beneficios de generar confianza en el equipo.
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