El método GROW es una guía clave para realizar un Emprendimiento. Se concreta al realizar una serie de preguntas y respuestas para desarrollar la conciencia y la responsabilidad. Estas se entienden como una percepción clara del entorno y de uno mismo y como la aptitud para responder, cuando se tienen opciones para elegir.
GROW, cuyo significado es crecer, se divide en cuatro fases o niveles en el camino: Goal, Reality, Options, Will. Es decir, en poner todo en la meta, a través de la realidad, teniendo en cuenta las opciones con una fuerza de voluntad incansable.
La G, traducida al español como “meta” se convierte en objetivo. Desde la perspectiva del Coach, este primer paso implica trabajar hacia el objetivo final. Esto se propone con el propósito de ser importante y existencial, es necesario tener un pensamiento elevado, lo que ayuda a mantener la mayor motivación.
Sin embargo, para que una persona (Coachee) logre este objetivo, se deben establecer una serie de pasos previos. Para ello, es necesario analizar la situación para establecer un punto de partida que sea lo más realista posible.
Por lo tanto, mientras se establecen una serie de mini-objetivos a corto plazo, se está moviendo hacia la meta a largo plazo que es el objetivo final. En este proceso, las personas deben definir bien cuándo y cómo saber que se ha logrado el objetivo.
Todos estos le brindan una variedad de beneficios personales y profesionales. Para poder definir y definir la meta, la persona debe preguntarse: ¿Qué meta quiero lograr, si se logra, cómo me sentiré? Si tengo vida, ¿cómo cambiará mi vida?
No importa cuán grande sea la idea de una persona, debe resolver la realidad que lo rodea. Aterrizar donde y como corresponde define esta situación como muy importante, porque de lo contrario, puede estar en peligro de equivocarse.
Para evaluar la situación, la persona hace una serie de preguntas, tales como: ¿Qué estoy haciendo para lograr el objetivo? Que no puedo hacer ¿O qué herramientas necesito?
Si esta segunda etapa está bien definida, se descubrirán las oportunidades y obstáculos existentes. Un buen entrenador sabrá cómo entrenar a esta persona y le hará algunas preguntas como: ¿Dónde estás actualmente? ¿Qué objetivos necesitas? ¿Qué situaciones se están convirtiendo en obstáculos para sus metas y objetivos?
Saber encontrar la mejor opción suele ser el estadio más complejo. Por cierto, la persona debe saber estudiar las posibilidades específicas que tiene y cuáles tienen menos obstáculos.
El Coach brinda una gran oportunidad para que las personas comprendan sus elecciones y elecciones sobre la mesa.
Cuando una persona pasa por este proceso, puede quedar atrapada y llegar a la conclusión de que solo hay una manera de lograr lo que quiere, y si no lo consigue, se sentirá derrotado. Este pensamiento y este sentimiento están lejos de ser correctos.
La fuerza de voluntad es la piedra angular de todo el proceso de Coaching, aunque está al final de la senda del modelo de crecimiento, esta fuerza impulsora es decisiva, como se expresa claramente en la actuación.
Decidir cuándo hacer los cambios necesarios, qué compromisos contraer y cuándo anticipar los compromisos son las claves para implementar un plan de acción específico.
Es importante recordar que no hay progreso sin acción. Sí o sí, se necesita la voluntad del Coachee, porque el Coach puede guiarlo, orientarlo y darle todas las instrucciones que se le han dado y se le darán, pero la verdadera motivación es la voluntad del Coachee.
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