Encontrar talento de calidad y preparado para ocupar puestos estratégicos en las empresas resulta un desafío y lamentablemente son muchos casos donde los elegidos resultan no ser la opción ideal.

Esta situación trae aparejada hechos poco propicios para la organización entre los cuales los expertos señalan los siguientes:

Una mala contratación de personal va a requerir reiniciar el proceso de contratación. Asimismo, va a demandar tiempo para ajustar y mejorar las herramientas de selección, a fin de evitar no repetir el error, y que se vea afectada la productividad y la imagen de la empresa. Recordemos también que la curva de aprendizaje del nuevo talento puede ser lenta, y al requerir el apoyo de otros trabajadores para adaptarse, se consumen valiosos recursos de la empresa.

Contratar personal inadecuado impacta en el personal que ya pertenece a la compañía, pues fomenta un clima laboral poco estable y deteriora la cultura organizacional. “Se aconseja contratar personal que se adapte a la cultura empresarial, que motive a los empleados y comprendan la misión de la organización, esto en conjunto hace que valga la pena la inversión en la contratación”.

Una mala contratación significa indirectamente la pérdida de clientes y ganancias, ya que el tiempo promedio de un proceso de reclutamiento para puestos de liderazgo o jefaturas es 3.5 meses, según el Informe de Tendencias de Contratación de Líderes Mercer 2019. Se recomienda, sobre todo en puestos clave, no alargar innecesariamente los procesos, ya que pueden suponer grandes pérdidas para la empresa.

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